El partido de Champions League contra el Inter de Milán tenía características de fatídico luego del primer tiempo. Los dirigidos por Antonio Conte sorprendieron con una paciencia para salir de la presión atípica en un conjunto italiano. Hacía mucho tiempo que un equipo no se atrevía a romper líneas de esa forma en el Camp Nou. Finalmente, dos consejos tácticos de Messi y Piqué resolvieron un partido más que complicado contra el líder de la Serie A italiana.
El segundo tiempo fue otra cosa para el Barça, los futbolistas salieron con una disposición distinta y con la firme convicción de darle la vuelta al resultado. No fue precisamente Valverde el que provocó el cambio de mentalidad después del descanso, sino los dos máximos referentes del equipo.
Antonio Conte
Messi y Piqué ejercen de capitanes
El primero en alzar la voz en el túnel de vestuario fue Messi, a quien se le notaba visiblemente incómodo por la manera en que estaban siendo superados por el Inter. «No nos volvamos locos muchachos, salimos a presionar más y tan normal», aconsejaba el ‘10’ a sus compañeros antes de jugar los segundos 45 minutos de partido.
Más adelante fue Piqué el que se encargó de complementar a Messi, todo captado por unas imágenes reveladas por La Casa del Fútbol de Movistar. «Pero a ver, o presionamos o nos vamos arriba, lo que no podemos hacer es un intermedio de ambas», comentaba el central catalán.
El toque de atención funcionó mejor que cualquier cambio de futbolistas, ya que el equipo presionó con mayor intensidad y mejor, evitando que el Inter saliera con facilidad desde los pies de Samir Handanovič. Una muestra de la influencia que tienen los capitanes en el funcionamiento del equipo y por qué la inconformidad del vestuario es peligrosa para la dirigencia.
Cuando Piqué y Messi responden dentro de la cancha, de afuera no hay nada que decir. Esta clase de partidos son los que marcan la resurrección de un plantel que no la estaba pasando bien.