El Barcelona ha comenzado la temporada 2019-20 con dificultades en la enfermería, ya que en los primeros partidos de LaLiga no pudo contar con su once de gala. Esta situación dentro de lo desfavorable que se presenta, permitió que Ernesto Valverde les diera minutos a jugadores que apenas comienzan, como el caso de Ansu Fati.
Ansu Fati es un futbolista bisauguineano que formó parte del fútbol base del Sevilla y era una de las esperanzas de Monchi en su momento. Todo cambió cuando un dirigente blaugrana se empeñó en convencer a Fati y su padre de que Barcelona era el lugar ideal para encontrar el camino al fútbol profesional, ese dirigente fue Albert Puig, quien tuvo que batallar también con el Real Madrid para incorporar al jugador, sin embargo, su trato tan cercano con la familia logró convencer al extremo.
En el 2012 el jugador salió como agente libre del Sevilla y se unió a la Masia. Desde el fútbol base del Barcelona, pasando por el Barça Cadete A, Barça Juvenil B y Barça Juvenil A, siempre fue de los más destacados.
Su momento de gloria se produjo al minuto 78 del encuentro contra el Real Betis, en donde ingresó por otro joven, Carles Pérez. Ansu Fati se convirtió en el segundo debutante más joven de la historia del Barcelona con 16 años y 298 días.
Victor Valdés guía a Ansu Fati
Victor Valdés como entrenador del Juvenil A ya empezó darle consejos y halagos, sus palabras fueron: «Que no se olvide de dónde viene. Representa el trabajo bien hecho. Tuvo la suerte de cumplir la meta, como la hemos cumplido otros. Que toque la gloria o no, es un camino muy diferente. Tiene alma de jugador de élite y es un asesino del área»
Con este futbolista se reivindica la Masia, luego del terreno perdido en los últimos años.